Prestamistas particulares sin propiedades

Requisitos prestamistas particulares

Encuentra de forma rápida y eficaz a los mejores prestamistas particulares de dinero de España y compara sus porcentajes de TAE y TIN para ver que oferta se adapta mejor a tus intereses económicos. Si necesitas dinero rápido, sin requisitos, y estás buscando un prestamista particular serio, estás en el lugar adecuado.

El auge de los prestamistas privados en España es una realidad palpable. Las entidades bancarias han reducido la concesión de créditos al consumo a raíz de unas condiciones más exigentes, obligando a ciertos grupos de personas (parados, Asnef, sin nómina) a buscar otras vías de financiación para cubrir sus imprevistos o poner en marcha sus proyectos personales. No obstante, la proliferación de estafas y fraudes han provocado una búsqueda más concienzuda de prestamistas particulares españoles serios y fiables.

Un prestamista particular es aquella persona que cede parte de su patrimonio a otra persona a cambio de recibir unos honorarios en concepto de intereses o comisiones. Se trata de individuos, no entidades financieras, aunque su volumen de negocio pueda ser enorme. Al ser prestamista particular, cada uno pone sus propias condiciones para aceptar o no el préstamo. Entre los requisitos más destacados encontramos los siguientes:

Prestamistas particulares sin propiedades:

Podremos optar al crédito o al préstamo sin necesidad de avalar la solicitud con una propiedad. Bastará con presentar una serie de ingresos estables y periódicos, nómina, pensión, subsidio, o con avalar, por ejemplo, un vehículo. Consulta personalmente las condiciones de cada prestamista y encuentra el más atractivo.

Prestamista particular sin aval:

En este caso el prestamista particular no exige el respaldo de un aval hipotecario o fiduciario. No hará falta que respondamos a la petición de préstamo con nuestros fondos o con algún inmueble pero para ello debemos demostrar nuestra solvencia por adelantado.

Prestamista particular sin garantía:

Muy similar a un aval. Al final, se trata de prestamistas particulares que conceden préstamos personales rápidos a terceros sin pedir una garantía, es decir, sin pedir nada que garantice el pago de esa deuda. En otras palabras, sin aval. Existen, como hemos explicado en el punto anterior, pero sus condiciones son peores en cuanto a tipos de interés (más altos) y plazos de devolución (más cortos).

Prestamista particular con Asnef

Las personas en Asnef son aquellas incluidas en la lista de morosos de este registro privado. Las empresas financieras y crediticias, junto a otras potencias, han llevado a cabo este tipo de listas para evaluar la solvencia de las personas que solicitan préstamos.

Si en alguna ocasión dejamos algún recibo sin pagar (luz, teléfono, agua…) los gestores de Asnef – Equifax serán notificados y tendremos un periodo aproximado de dos a cuatro semanas para hacer frente a esa deuda. Si no, nuestro nombre aparecerá en esa lista durante el tiempo que tardemos en pagar hasta un máximo de seis años.

Ante esta tesitura, nos será imposible acudir a una entidad bancaria para solicitar un préstamo y tendremos que intentarlo en un prestamista particular o privado. Los prestamistas particulares son menos reticentes a la hora de aceptar a personas con Asnef pero, en contraprestación, exigen unos tipos de interés mucho más altos de lo normal. Si somos capaces de asumir esas cuotas, porque tenemos ingresos, no tendremos ningún problema y podremos solicitar este tipo de préstamos. A continuación explicamos un poco más esta circunstancia.

Prestamista particular con Asnef y nómina:

Si bien es cierto que estando en una situación de Asnef las posibilidades de aplicar a un préstamo personal se reducen aun en el caso de solicitar el crédito a un prestamista particular, la seguridad de hacerlo con el respaldo de una nómina detrás de nuestra petición de préstamo puede ser diferencial. Un trabajo estable, con cierta antigüedad, que nos permita cobrar todos los meses una nómina cumple perfectamente con el requisito de tener unos ingresos estables y periódicos. En consecuencia, es muy probable que se conceda el préstamo a pesar de estar en Asnef. Ese salario permitirá al prestatario pagar puntualmente las cuotas mensuales de cualquier prestamista particular serio.

Prestamista particular sin aval ni nómina:

Es muy complicado que podamos solicitar un préstamo a un prestamista particular sin aval ni nómina y que esta persona o grupo de personas nos lo conceda. El riesgo de que esa deuda no se pague es muy alto y, por tanto, en un primer momento los prestamistas particulares se muestran reacios a conceder este tipo de préstamos.

Si no tenemos aval ni nómina, nuestra opción será justificar una serie de ayudas o prestaciones por desempleo que sean suficientes para hacer frente a las cuotas devengadas de ese préstamo. Al ser contratos individuales cara a cara podremos negociar las condiciones del crédito y, quizá, llegar a un acuerdo.

¿Qué diferencia hay entre un prestamista privado y un prestamista particular?

La principal diferencia reside en la personalidad jurídica del prestamista. Mientras los prestamistas particulares son, precisamente, particulares o grupos de personas que comparten intereses económicos pero no están asociados entre ellos.

Supone, en principio, una gran desprotección para el prestatario que está indefenso ante los tipos de interés abusivos que, normalmente, imponen estos prestamistas particulares. Esta forma de negocio existe desde hace tiempo y sobre sus bases se edificaron los cimientos de la banca y las empresas financieras. En caso de impago pueden acudir a tu aval y las condiciones serán pactadas e individuales, cada acreedor tendrá sus tipos de interés y plazos.

Los prestamistas privados, por su parte, son entidades financieras cuyo fin es conceder de forma rápida y segura financiación a quien lo solicite. Su dedicación es esa, así están inscritos en el Registro Mercantil y existe un mayor control sobre sus acciones. Están auditados por el Banco de España y tienen que seguir la normativa fijada en la Ley 16/2011 del 24 de junio que regula los créditos al consumo o la Ley 2/2009 del 31 de marzo si el préstamo es de carácter hipotecario.

Los prestamistas particulares, por tanto, pueden ser una buena solución para un momento oportuno de urgencia pero no se debería convertir en una fuente habitual de ingresos por sus altos intereses que, en algún momento, podríamos dejar de pagar perjudicando nuestro presente y nuestro futuro.

Si te decides por un prestamista particular, a pesar de su elevado coste económico,

¿Puedo ser prestamista particular?

Si usted tiene la intención de ser un prestamista particular y ganar dinero con la concesión de préstamos a particulares tiene que saber que es fundamental estar registrado y que cada uno de los préstamos deben estar documentados mediante un contrato, por lo que existe la obligación de tributar a Hacienda y devengar un tipo de interés mínimo (regulado por Ley). Es evidente que no se puede prestar al 0%.

En la actualidad se puede ser conductor para terceros, repartidor e incluso cocinero, hay quien incluso algunas personas que alquilan las habitaciones de sus domicilios para generar unos ingresos extra. Por otro lado, existe la posibilidad de ganar dinero…con nuestro propio dinero. Si tenemos unos ahorros guardados y no nos generan rentabilidad, podemos utilizarlos para conceder préstamos a terceros y obtener un beneficio. Como paso previo deberemos registrarnos como entidad prestamista aunque solo seamos una persona. Desde ese momento podremos, mediante contratos, dar dinero y obtener rentas a cambio a empresas y particulares.